Te quiero
por vocación
Te quiero
por vocación
Se me ha perdido un viejo amor en uno de estos poemas
y, como ocurre con todo lo que se traspapela,
no hay quien lo encuentre
ni quien lo olvide
Llévame a casa,
me caigo de sueños
Los soñadores no necesitan alarmas ni despertadores para levantarse; les basta una utopía. Rechazan el futuro, porque saben que es el único lugar donde no tienen cabida. Un despropósito. Devastador. El fin del mundo. No hay fantasía. No hay musas. Ni amores imposibles. No hay tragedias. Ni un Benedetti.
No hay poesía.